lunes, 8 de agosto de 2011

EL VIEJO, EL NIÑO Y EL BURRO (Cuento tradicional)

No te preocupes de los demás, pues ellos son muchos y tienen su propia mente, por lo que dirán siempre cosas diferentes. Escucha tu voz interior, siéntela y muévete de acuerdo a ella.

Este es un cuento anónimo tradicional que tiene el objetivo de transmitir un mensaje para pensar. Espero que les guste.

Cuentan que había una vez un anciano y un niño que viajaban con un burro de pueblo en pueblo. Y andando por esos caminos de Dios, llegaron a una aldea caminando junto con su asno, y al pasar por ahí un grupo de gentes se burló de ellos diciendo:

-Qué par de tontos!... Tienen un burro y en lugar de montarlo van los dos caminando. Por lo menos el viejo podría subirse al burro.
-Tienen razón hijo.

-Móntese usted abuelo, que usted está más cansado.

El anciano se subió al burro y prosiguieron la marcha.
Entonces llegaron a otro pueblo y al atravesarlo, una vecina se molestó mucho cuando vio al hombre sobre el burro y al niño caminando al lado.
-¡Parece mentira!... El viejo sentado y el pobre niño caminando. ¿Cómo no le da vergüenza?
-Tiene razón, hijo. Yo estoy aquí tan cómodo y tú…
-Pero, abuelo, si yo no estoy cansado…
-¡Anda...anda! Cambiemos, móntate tú ahora en el burro.
El anciano y el niño intercambiaron sus puestos y siguieron su camino hasta llegar a otra aldea.
-¡Pero mira nada mas, esto es el colmo!... Vengan a ver esto, vecinos… El joven montado en el burro y el pobre anciano, que no puede con su alma, caminando.
Entonces el anciano dijo al muchacho:
-Vamos a hacer una cosa, hijo.

-Dígame, abuelo.

-Tú pesas poco. Creo que el animal puede con nosotros dos.
El burro avanzaba sin problemas llevando al niño y al abuelo sobre su lomo. Pero cuando cruzaron junto a un grupo de granjeros estos exclamaron:
-¡Tengan compasión, caramba!... ¡Van a reventar a ese pobre animal!
-Ya no sé qué hacer, hijo…Pero tienen razón, porque el pobre borrico debe estar desfallecido …
-Y si lo cargamos, abuelo?
-¿Cargar al burro?... bueno tal vez podamos...
Y así prosiguiendo con su caminar hasta llegar al siguiente pueblo. El anciano y el niño con el burro sobre sus hombros.
Cuando en eso que se encuentran con un mozalbete que riendo, vocifera:
-¡Nunca vimos gente tan bruta !... Tienen un burro y, en lugar de montarse sobre él, lo llevan a cuestas… ¡Qué burros!
Al escuchar esto el hombre dice a su nieto:
-Esté limpia la conciencia,
Que es el deber principal,
Y en lo demás cada cual
Consulte su conveniencia.

Por nada, pues, ya me aburro
En un mundo tan ruin:
Conque... arriba, chiquitín,
Que es lo mejor.- ¡Arre, burro!

MORALEJA: Si te dejas guiar por las opiniones de los demás, acabarás como el anciano y el niño de este cuento. No hagas caso al qué dirán.
Escucha la crítica constructiva y no la crítica injusta y si tienes dudas escucha únicamente la voz de tu corazón.

Cuento tradicional Anónimo

RECOPILADO POR VILMER VILLALOBOS YAMACACHO.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

QUIERO SABER TU OPINIÓN