LEYENDA DE "LA CULEBRA "

LEYENDA DE LA CULEBRA

( Este artículo fué publicado en "LA OPINIÓN" el 20 de mayo del 2007).

La leyenda de la culebra está sustentada en restos pétreos. 

En Uquira existe en uno de sus cerros una formación rocosa que tiene la forma de una gran serpiente.Los lugareños conocen a este lugar como "La culebra",y cuentan su leyenda de la siguiente manera :

En la antigüedad existía una gran laguna en la zona alta de lo que hoy es el valle del río Omas. Se cuenta que había un pacto entre el diablo y los pobladores de la zona baja para que el agua discurriera por la quebrada, a cambio que se le ofreciera anualmente un sacrificio humano .Cada año se le debería ofrendar un niño,y éste debería ser el primogénito de una pareja.

Un año una mujer se resistió a entregar a su hijo para el sacrificio y entonces surgió el problema.El diablo pidió que se cumpliera lo pactado, de lo contrario toda la quebrada se quedaría sin agua, pues él cerraría las compuertas para que no salga ninguna gota de agua de la laguna .

Los lugareños exigieron a la atribulada madre que cumpliera con la costumbre pues otras mujeres, también con mucho dolor, habían sacrificado a sus hijos por el bién de toda la población. Sin embargo persistió en su negativa y tuvo que escapar para salvar a su bebé.

Al conocer la fuga de la mujer, el diablo fue a su alcance y para impedir que siguiera avanzando hizo que lloviera piedras del cielo. Por esta razón, explican los lugareños, la zona de Cata y lugares aledaños está cubierta de piedras. Sin embargo, la mujer pudo eludir el peligro, y a toda carrera escapó de la zona donde llovían piedras.

Nótese el ojo de la culebra en la que cabe una persona adulta en posición de pie.

Enfurecido el demonio por este fracaso, cuando la mujer se hallaba por la zona de Guañañabe, hizo que lloviera sangre. Esto con el fin de atemorizar a la población por el incumplimiento del pacto, y castigar a la fugitiva que de todas maneras logró huir. Por esta razón el mencionado lugar presenta tierras rojizas.

Entonces el demonio tramó su venganza. Hizo que la gran serpiente que se encontraba hambrienta saliera de la laguna y se dirigiera hacia la parte baja de la quebrada sembrando terror y destrucción a su paso .

La mujer se refugió en Uquira, y pidió la protección del poderoso curaca Uquiray del lugar, quién tenía una fuerza extraordinaria al lanzar la honda y la huaraca. Cuando este antepasado inca vió que la serpiente se acercaba amenazante a Uquira, cogió su huaraca y se ubicó en la cadena de cerros contrario por donde se arrastraba la gran serpiente, tomó impulso y dirigió toda su fuerza a la piedra que lanzó contra la gran culebra. Cuenta la leyenda que la piedra se dirigió con gran potencia y rapidez e, impactó contra la cabeza de la gran serpiente que se desprendió de su cuerpo.

Aún hoy podemos ver la cabeza de la culebra en la zona conocida como Calanguito, la inmensa piedra ensangrentada lanzada por el Inca y el resto de su cuerpo por los cerros de San Andrés. Asimismo, en un cerro que está frente a donde se encuentra La culebra, está la huella de las ojotas del poderoso Curaca Inca que dió muerte a la culebra y salvó a toda la quebrada de la destrucción y muerte. Fué tal el impulso y la fuerza con que lanzó la huaraca el Curaca Inca, que la huella de sus ojotas se estampó en la roca del cerro y ésta se puede ver hasta el día de hoy. Se le conoce como las huellas del inca.

Otros pobladores dan un matiz religioso a esta leyenda, y cuentan que cuando la mujer escapaba y la serpiente la perseguía, pasaba por allí la Virgen María. Entonces, la culebra asustó al burrito que llevaba al Niño Jesús y casi lo hace caer. Molesta la Virgen María, tiró la piedra que dió muerte a la serpiente. Otra versión cuenta que quién dió muerte a la culebra fue Noé que estaba cazando aves, y al ver a la culebra la mató de un certero hondazo.

En la vista se puede apreciar la cabeza de la culebra.

Recopilado por Vilmer Villalobos Yamacacho. Este articulo fue publicado en el boletín "La Opinión" de Uquira, el 20 de mayo del 2007.